domingo, 10 de diciembre de 2006

Como saber que es mentira, si no sabemos la verdad de las cosas

Hace poco tiempo, he sido víctima de una mentira,que más bien llamaría traición, causada por una persona a la cual quería mucho o al menos eso creía, porque realmente nunca sabre, que hubo de verdad en esta historia, ni en esta persona...
Todos en mayor o menor medida, por acción o por omisión,mentimos.Lo hacemos en la medida que no decimos lo que pensamos o que decimos lo que no pensamos o no sabemos, o incluso lo que sabemos incierto.Según el diccionario, mentir es "decir algo que no es verdad con intención de engaño".Algunas personas no mienten nunca (o casi nunca) por razones bien distintas de la ética: por miedo a ser descubiertos, por pereza (no hay que recordar los detalles de la mentira en un futuro), por orgullo (¿como voy a caer yo tan bajo?)...Pero, si lo pensamos bien, razones bien similares, son las que pueden impulsarnos a mentir u omitir, en determinadas circunstancia, lo que pensamos o sabemos.Tan importante como el hecho de mentir o decir la verdad es la intención con que se hace una cosa u otra.Mentimos por muchas razones:por conveniencia,odio,compasión,envidia,egoísmo,por necesidad,como defensa ante una agresión,etc..Los dos parámetros esenciales para medir la gravedad de la mentira son la intención que la impulsa y el efecto que causa.Nuestra relación con la mentira (con que frecuencia mentimos y qué gravedad tiene esas mentiras) la podemos ver como un baremo que mide nuestro grado de responsabilidad y madurez,cómo afrontamos las frustaciones y si mostramos una coherencia en la actitudes y comportamientos en nuestra vida.El cimiento sobre el que se edifica las relaciones humanas es la confianza.La relación entre los seres humanos no precisaría de la confianza si fuéramos transparentes,pero no lo somos; no somos igual de sinceros ante unos que ante otros,todos mostramos un cierto grado de opacidad ante los demás. Y no siempre más sinceridad genera mayor confianza.La información es poder:saberlo todo de alguién equivale a una forma de posesión.Necesitamos la confianza, pero la usamos en la dosis que, según nuestro criterio,cada cosa precisa.Apostar por la confianza de otros es considerarles de fiar, fiarse de alguién significa creer que las probabilidades de ser engañados son muy escasas o inexistentes.Si queremos ser creíbles, gozar de la confianza ajena, tendremos que olvidar el engaño,la mentira.El crédito que tenemos ante los demás es un tesoro frágil, ya que se actualiza y revisa en cada acción, en cada diálogo, que acaban convirtiéndose en una constante prueba de confianza.
La mentira puede hacer daño al destinatario pero no cabe duda que a quién más perjudica es al mentiroso, ya que le convierte en una persona poco fiable, indigna de confianza y carente de crédito.El mentiroso es un inseguro, o egoísta, o irresponsable, o inmaduro...o todo ello a la vez.
Pero una de las más perniciosas clases de mentira es el autoengaño, si nos creemos y mostramos como no somos, nunca sabremos si nos quieren o desprecian a nosotros o a la imagen fraudulenta que nos hemos frabricado y esto... es lo más triste!!

6 comentarios:

Laura Abella dijo...

Hola Syldavia

lo peor de la mentira es que hay quien de ellas hace vida. Es cierto, engañan porque creen que todos los demás también engañanan, y se excusan en que mienten para defenderse de un entorno de desconfianza paranóico, en el quieren que entremos todos. Pero la vida en la desconfianza no es vida.

Te escribo al mail.
Un beso enorme

Anónimo dijo...

Hola Syldavia, ciertamente la mentira es detestable, aún así, existen mentiras que gozan de cierta buena prensa, como son las mentiras piadosas, aquellas que decimos para no herir al otro... ¿también deberíamos condenarlas?

Un saludo.

syldavia dijo...

hola gusito,personalmente yo prefiero siempre la verdad por muy dolorosa que sea,pero tambien es verdad que las mentiras piadosas a veces son necesarias, sobre todo para no hacer daño de forma gratuita,pero serian solo en casos muy contados.

Un saludo

Laura Abella dijo...

Sí, la mentira no lleva muy lejos. Hay varios dichos " Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo" y el que me encanta es "La mentira tiene las patas muy cortas"
No es nada práctica, no, la mentira.

Atina dijo...

Holaaaaaaaaa
joder que no sabia que tenias un blog
me ha dado un pasmo cuando he leido la poesia de Eva Kilpi, yo esa la conozcooooooooooooooooo

bueno ahora me voy que la hora de currar se acaba pero mañana mas curre i en cuanto entre por la oficina con el cafe en la mano te escribo algo largo i tendido sobre las putas i jodidas MENTIRAS

syldavia dijo...

Ok atinando, wapaaaa, claro que te suena,si la aprendi de ti, me parecia bien, para dar la bienvenida,sabia que te gustaria,dame tu opinión,la espero impaciente


saluditos